Fatiga crónica y Fibromialgia, claves para mejorarlas

Ambos trastornos son muy reales, pero totalmente incomprendidos. Enfocarlos de forma holística ayuda a mejorar la calidad de vida del afectado.

Por suerte ya se puede hablar de estas enfermedades sin que el paciente se sienta etiquetado de hipocondríaco o vago o que se lo inventa para llamar la atención.

Solamente en España más de 1 millón de personas la sufren, mujeres, niños y hombres, prevaleciendo más mujeres que hombres o eso parece, aunque personalmente tengo bastantes dudas.

La Fibromialgia y la Fatiga crónica comparten muchos síntomas que a menudo se entremezclan.

Tengo las claves para controlar tu fibromialgia. Te ayudo a entender cómo y te acompaño en tu camino.

Qué podemos hacer para calmar el dolor

Además de cambiar de dieta podemos probar con estos suplementos

Triptófano: Una dosis de 500 mg de este aminoácido al día aumenta la actividad de las endorfinas y ayuda a crear seretonina, sustancia que mitiga la percepción del dolor.
Semillas de comino negro: Se toman en polvo, un cuarto de cucharadita al día, lo puedes añadir a sopas y puré. Tiene un potente efecto calmante.
Levadura nutricional: No debe confundirse con la levadura de cerveza. Una cucharada al día, espolvoreada en tus platos. Su vitamina B potencia la inmunidad y te ayudan a relajarte a nivel del hipotálamo.
Mezcla: Coenzyma Q10, L- carnitina y NADH, juntas ayudan a mejorar los síntomas. La dosis debe ser personalizada, mejor te lo indica tu terapeuta.
Omega3 y 6: ayudan a desinflamar, puedes encontrarlo en pescados azules y en semillas de chía y lino.

Cómo cambiar de dieta de forma fácil

Durante mis primeros años investigando sobre alimentación aplicada a la prevención/tratamiento de la salud, tenía bastante claro que en principio algunos alimentos eran posibles responsables de los brotes de dolor en muchos afectados. Pero 19 años estudiando nutrición han aportado datos muy relevantes que me indican que no es necesario sustituir en la dieta ciertos alimentos como en un principio podía suponer. No todos los pacientes deben evitar el gluten, los lácteos y otros alimentos que en su momento parecían clave para controlar la enfermedad.

Mis últimas investigaciones han revelado otros datos más concluyentes que me aportan información y que revelan que el tratamiento realmente eficaz es descubrir qué alimentos te inflaman el intestino y a partir de ahí empezar una alimentación adecuada. En pocas semanas y de forma fácil he podido constatar como pacientes que eran reacios en un principio a creer que la clave de su recuperación estaba en mejorar su dieta, han visto como sus dolorosas contracturas, problemas intestinales, problemas para dormir por la noche y muchos otros síntomas han ido mejorando con el paso de las semanas.

Datos claves a tener en cuenta

Revisar la tiroides, existe un hipotiroidismo leve que afecta a muchas personas afectadas de fatiga crónica. Muchas de ellas se conforman con una salud mediocre, pensando que es normal sufrir esos síntomas.
Gases intestinales, hinchazón abdominal, frío, aumento de peso pueden darte pistas sobre una mala absorción de la fructosa a nivel intestinal.
Intolerancias alimentarias, más importante de lo que piensas, revisa esos alimentos que son adictivos y piensa si te pueden estar envenenando la salud.
Revisar si nuestros síntomas van acompañados de infecciones repetitivas de orina, llagas en la boca o Cándidas.