Frase de la semana
“Cuando alguien nos sonríe, aunque sea una persona desconocida, y le devolvemos la sonrisa, nos sentimos mejor”.
Tal como hemos visto, los alimentos pueden sanar nuestro organismo. Son sustancias curativas.
De los alimentos pensamos que son sustancias que nos nutren, por supuesto nos encantan y nos aportan nutrientes para la vida, por eso pensar en los alimentos cómo medicina nos parece raro.
Pero en la historia encontramos buenos médicos y sanadores que nos enseñan que los alimentos pueden sanar o enfermarnos, según sean utilizados.
No quiero decir que el alimento sea la panacea, pero sí que puede contribuir a mejorar o empeorar nuestra salud.
Han pasado siete semanas
- Debes haber pasado un poco de todo.
- Más dolor.
- Menos dolor.
- Migraña.
- Diarrea/estreñimiento.
- Momentos de euforia y momentos de desánimo.
- Te has sorprendido muchas veces de tu forma de ver los alimentos.
- Ya sabes distinguir los alimentos que te enferman o te ayudan a mejorar.
Pero lo más importante es que hemos llegado juntos a este punto. Espero que ya hayas entendido que este tratamiento pretende ser una guía tanto para saber cómo te puedes sentir en cada momento de la terapia, como qué tipo de alimentación debes seguir y cómo se prepara. Para saber cocinar estos nuevos alimentos dispones de mi libro de recetas, fácil, práctico y sobre todo pensado para personas como tú, que no tienen fuerzas para estar en la cocina mucho tiempo.
Es muy importante aprender a cocinar los alimentos que hemos incluido en nuestro día a día, conocerlos y darlos a conocer a el resto de la familia, todos debemos compartir esos alimentos.
No tienes por qué preparar una comida para ti y otra para el resto de la familia.
Sigamos con las preguntas y dudas
- Sigo teniendo el intestino inflamado, noto gases y diarrea o estreñimiento, ¿qué puedo hacer?
Hay personas que los alimentos crudos no los pueden digerir bien, zanahoria, pepino, lechuga, fruta.
Hasta que tengas el intestino totalmente recuperado estos alimentos crudos debes evitarlos.
El motivo puede ser que contienen mucha fibra y tu intestino en estos momentos no la digiere.
O que la fructosa te inflama a nivel intestinal, si es este el caso debes seguir mis consejos para tratar una posible mala absorción de la fructosa y así conseguir mejorar esos gases.
Hay unos alimentos llamados medicamentos que te pueden ayudar cuando tienes inflamación intestinal
Incluye en la dieta lo siguiente:
En un vasito de agua añades una cucharadita de Kuzu, lo remueves y lo pones en un cacito al fuego, remover y hervir durante unos dos minutos.
Le añades una puntita de ciruela Umebosi. Si tienes la tensión alta no tomes Umebosi.
Tiene un sabor algo fuerte esté preparado pero regenera la flora intestinal.
Lo puedes adquirir en la tienda naturista.
Debes tomar este preparado después de la cena todos los días durante el tiempo que necesites, lo sabrás cuando mejoren los síntomas.
¿Han mejorado los sueños, descansas mejor?
Es muy importante dormir de forma relajada, soñando tranquilamente, sin sobre saltos.
A veces tener sueños muy vividos es culpa de la cena, si cenamos un alimento al que tenemos intolerancia, por ejemplo, huevo, es muy probable que tengamos pesadillas toda la noche.
Los análisis de intolerancias alimentarias nos pueden ayudar bastante a descubrir alimentos que nos pueden estar enfermando sin saberlo.
En casos rebeldes, es decir, si sigues esta terapia durante seis meses y no notas una gran mejoría de los síntomas, debes realizar el test de intolerancias alimentarias.
¿Has buscado ayuda para tus problemas emocionales?
Recuerda que somos un todo, nuestro cuerpo va unido a nuestra mente, nuestras emociones, experiencias de la vida. No podremos sanar nuestro cuerpo si no tenemos sana nuestra mente.
No dudes en buscar un buen terapeuta que sepa canalizar ese dolor.
Conclusión:
En esta séptima semana de tratamiento debes haber mejorado mucho, aprendido a reconocer los hábitos insanos que te han llevado a la enfermedad, has buscado ayuda por parte de un profesional de la salud emocional.
Debemos alimentar bien nuestro cuerpo y nuestra alma.
Si después de estas semanas los resultados no son los indicados, debes plantearte un análisis de intolerancias alimentarias, muchas veces el alimento que más nos gusta es el que más daño nos hace.
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