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Taller de fibromialgia gratuito 3º semana

Taller de fibromialgia, vamos notando cambios 3º semana

Frase de la semana

“Todo está relacionado con la importancia que le des a los problemas”.

Saca tu bloc y analicemos cómo ha transcurrido la semana.

¿Cómo te encuentras?

  • Mejor
  • Peor

Tienes menos síntomas como:

  • El intestino ha mejorado mucho, apenas tiene gases.
  • La migraña a desaparecido.
  • El estómago funciona mejor, no tienes ardor.
  • Puedes dormir mejor por la noche.

 

Puede que todos estos cambios descritos aun no hayan ocurrido, o solo algunos de ellos y te sientes desmoralizado porqué pensabas qué todo iría más rápido.

Debes tener paciencia, después de todo has tenido paciencia   durante los años que has estado enfermo probando la medicación sin notar mejoría alguna.

Cuando una persona siente dolor lo único que desea es que ese dolor pare, pero tal cómo vengo explicando debemos buscar el origen del dolor.

¿De dónde puede venir ese dolor?

Muchas veces el dolor de unas contracturas está provocado por uno o varios alimentos.

Vamos a ver qué hacer para reconocer ese alimento que nos está provocando esas contracturas.

Te presento un ejemplo:

Tienes contracturas en la espalda, sobre todo en el cuello, hombros incluso el dolor puede bajar hasta el codo o la mano.

Pero lo más curioso es que las contracturas han aparecido de repente.

Piensa, ¿has incluido en tu dieta diaria un alimento nuevo?

Ana había conseguido mitigar los síntomas de la fibromialgia tras meses de seguir la terapia de cambio de alimentación. Estaba muy contenta por haber mejorado tanto.

Pero un día sin previo aviso aparecieron unas terribles contracturas en la parte alta de la espalda, le dolía el cuello, omóplatos, nuca, pero lo peor era por la noche en la cama, el dolor era terrible.

Ana no encontraba explicación, pero siguió mis consejos revisando qué alimentos había incluido en su dieta últimamente.

Empezó eliminando el yogur de soja, durante 5 días no tomo yogur, pero las contracturas seguían doliendo.
Elimino la leche vegetal, pero seguía igual.

Entonces decidió eliminar un alimento que le parecía imposible fuera el causante del dolor. Desde hacía unas cuatro semanas consumía almendras naturales, o eso decía el envase, sin freír ni sal, sólo almendras.

Tuvo que esperar más de una semana para comprobar que eran las almendras naturales las causantes del dolor.

Esas almendras contenían algún componente que, aun en una mínima concentración, a Ana le provoca intolerancia.

 

Este ejemplo nos enseña que cualquier alimento por natural que pueda ser, puede llegar a ser el causante de nuestra enfermedad.

Pero a veces puede ser que no sea un alimento el que nos produce el dolor, un dentífrico, una crema facial, el desodorante, el champú, cualquier cosa puede producirte una intolerancia y provocar dolor.

En mi caso el aloe vera me produce dolor de cabeza intenso, tanto en infusión como en crema o directamente de la planta. Me pasa lo mismo con la canela.

Vigila siempre lo que comes.

Cuando aparece una contractura, un dolor de cabeza, estreñimiento/diarrea,  debemos revisar nuestra dieta, apuntar en un bloc los alimentos nuevos incorporados a la dieta en las últimas semanas e ir eliminando poco a poco cada alimento hasta encontrar el causante de la inflamación.

O, incluso si seguimos el tratamiento y no vemos los resultamos esperados, debemos revisar la dieta para ver qué alimentos seguimos consumiendo antes del cambio, puede ser el aceite, el agua, bebidas, infusiones, cualquier alimento es susceptible de provocar dolor e inflamación.

Seguro que hemos conseguido mejorar en estas semanas el intestino. Los incómodos gases ya han pasado a la historia. Pero de no ser así debemos revisar la dieta.

Recomiendo en casos muy severos de colon irritable con gases intestinales, diarrea/estreñimiento severo, eliminar totalmente el gluten de la dieta.

También revisar si habiendo sustituido la leche animal, gluten y algunos alimentos que inflaman el intestino, debemos revisar si el una posible intolerancia o sensibilidad a la fructosa y ver qué alimentos pueden estar provocando esos gases.

Sufrir inflamación intestinal con muchos gases provoca ansiedad, nervios, incluso problemas personales a consecuencia del malestar y los ruidos intestinales que nos hacen estar incómodos con otras personas.

Cuando el intestino mejore podremos volver a intentar incluir estos alimentos y según notemos el intestino seguir comiéndolos o eliminarlos de la dieta.

Si sigues sufriendo migraña o mucho dolor de cabeza elimina el gluten.

Qué es el SIBO

Las siglas SIBO (small intestine bacterial overgrowth, en inglés) se refieren al crecimiento de bacterias localizadas en el intestino delgado que provienen del intestino grueso.

El estado de la “compuerta” entre el intestino grueso y el delgado es clave, porque si crecen bacterias del intestino grueso hacia el intestino delgado (donde no deberían estar) podemos tener problemas como el SIBO, que se caracteriza sobre todo por barrigas hinchadas y gases molestos.

El SIBO se produce cuando microorganismos del colon (en cantidad o tipo) se desplazan hacia el intestino delgado

Síntomas del SIBO

  • exceso de gases
  • gases con olor
  • dolor por gases
  • ruidos
  • retortijones
  • distensión e inflamación abdominal (barrigas que parecen de embarazada, barrigas duras)
  • indigestión
  • náuseas
  • halitosis (mal aliento)
  • heces que flotan
  • heces explosivas
  • heces blandas o con trocitos de alimentos
  • Fatiga crónica
  • Ardor
  • Digestiones pesadas
  • Dolores articulares
  • Dolores musculares
  • Problemas de peso
  • Problemas cutáneos
  • Intolerancias alimentarias a lactosa, sorbitol, fructosa
  • Niebla mental

Cómo se diagnostica el SIBO

No hay un acuerdo generalizado sobre cuál es la mejor prueba diagnóstica.

 

Antes se hacían aspirados yeyunales en los que se tomaba una muestra de yeyuno, se cultivaba y se observaban el número de microorganismos; pero se trata de una prueba agresiva, costosa y no muy fiable, porque no es la real del momento.

 

La prueba de heces con test de disbiosis funcional –es decir, con cuantificación y calificación de microorganismos– tampoco es válida para ver el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, ya que muestra lo que hay en el colon.

 

Hoy en día se hace mayoritariamente una prueba de aire aspirado de lactulosa –que no tiene nada que ver con la lactosa y que es uno de los “alimentos preferidos” de las bacterias– para medir los niveles de hidrógeno y metano, dos gases que producen las bacterias cuando fermentan.

 

¿Cómo sabemos que los gases que producen no son por las bacterias que hay en general en todo el sistema digestivo o el colon?

 

La lactulosa no se absorbe, sino que queda como alimento para la flora del colon. Así pues, estas bacterias, cuando se la comen, producen hidrógeno unos ochenta minutos después. Si hay un exceso de bacterias del colon en el intestino delgado, los niveles de hidrógeno subirán antes, durante la primera hora.

 

En el caso del metano, pasará lo mismo, y nos indicará de qué tipo de se trata. Para evaluar si se padece SIBO se realiza un test de gases espirados (test del aliento) tras administrar lactulosa o glucosa. Si la exhalación de estos gases es rápida, indica que hay sobrecrecimiento bacteriano o si hay microorganismos hay exceso.

Habla con tu médico de cabecera.

Nos vemos en el próximo capítulo, hablaremos de cómo debe ser tu cena par dormir descansando, evitar inflamar el intestino y ver cómo van desapareciendo las contracturas.

Puedes ver el vídeo del curso aquí

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